De pie y con las manos apoyadas en la mesa, mira por la
ventana.
Observa en silencio el camino que aun esta desierto, mientras el volado de la falda le hace cosquillas y eriza la piel de sus largas piernas.
Pareciera que esta inmóvil… pero no.
Un bucle de su roja cabellera se ha descolgado de la trenza que se sujeta de sus sienes y le cae por la nuca acariciándole el cuello, el bucle apenas se mueve mecido por la briza casi imperceptible que se cuela por la ventana.
Pareciera que esta inmóvil… pero no.
El acompasado vaivén de su pecho al respirar inflama levemente la camisola de blanquísimo lino y un pliegue nace y muere perezoso cerca del escote.
Pareciera que esta inmóvil… pero no.
Al parpadear, sus pestañas se rozan y entremezclan con el mechón rojizo que le oculta la frente.
Sus pupilas se dilatan y contraen, el corazón le late con fuerza, la sangre le fluye y corre por sus venas.
Pareciera que esta inmóvil… pero no.
Se le colorean y encienden las mejillas, mientras en sus labios tímidamente se dibuja una sonrisa.
El se acerca por el camino y ella corre a su encuentro.
Parecía estar inmóvil… pero no.
Observa en silencio el camino que aun esta desierto, mientras el volado de la falda le hace cosquillas y eriza la piel de sus largas piernas.
Pareciera que esta inmóvil… pero no.
Un bucle de su roja cabellera se ha descolgado de la trenza que se sujeta de sus sienes y le cae por la nuca acariciándole el cuello, el bucle apenas se mueve mecido por la briza casi imperceptible que se cuela por la ventana.
Pareciera que esta inmóvil… pero no.
El acompasado vaivén de su pecho al respirar inflama levemente la camisola de blanquísimo lino y un pliegue nace y muere perezoso cerca del escote.
Pareciera que esta inmóvil… pero no.
Al parpadear, sus pestañas se rozan y entremezclan con el mechón rojizo que le oculta la frente.
Sus pupilas se dilatan y contraen, el corazón le late con fuerza, la sangre le fluye y corre por sus venas.
Pareciera que esta inmóvil… pero no.
Se le colorean y encienden las mejillas, mientras en sus labios tímidamente se dibuja una sonrisa.
El se acerca por el camino y ella corre a su encuentro.
Parecía estar inmóvil… pero no.
Miriam Brandan.
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